¿Del endurecimiento monetario al endurecimiento energético?

01 agosto 2022

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Monthly House View - Agosto de 2022 - Descargar aqui

¿Será el verano tan caluroso en los mercados como en las playas y en nuestras sofocantes ciudades?

Aunque ya hemos entrado en el periodo de bajo consumo del año, en el que suelen reponerse las reservas de gas, el temor a que los rusos cierren el grifo ha añadido otro factor de tensión a unos mercados que ya lidiaban con la estanflación y el endurecimiento monetario. A pesar de que el cierre del gasoducto Nordstream 1 al final será solo temporal, debería servir de recordatorio de la vulnerabilidad de Europa, tanto en el plano geopolítico como en el industrial. Aunque Rusia no tiene ningún interés en cortar sus entradas de divisas, mantiene una espada de Damocles sobre Europa, un arma disuasoria vinculada a la energía que probablemente siga lista para su uso, y que también sirve para mantener los precios de la energía altos.

Este nuevo culebrón sustenta y amplía la situación de estanflación, que ahora es algo consensuado. En realidad, los economistas y los inversores están sopesando básicamente dos hipótesis en la zona euro: una implica una fuerte desaceleración con la posibilidad de una contracción limitada del PIB durante uno o dos trimestres, y la otra, más grave, con una recesión a finales de 2022 o principios de 2023. La materialización de alguna de estas dos hipótesis depende en gran medida de que se mantenga el nivel actual de suministro de gas. Es probable que una situación de este tipo dé lugar a una inflación elevada hasta la primavera de 2023, con una relajación (quizás más lenta) de la inflación el año siguiente. Además, las expectativas de inflación a dos años son ahora mayores en Alemania que en EE. UU. ¡Cómo ha cambiado la suerte de Europa tras una década de inflación casi nula!

Este entorno complica aún más la tarea del Banco Central Europeo (BCE), ya que está atrapado entre la lucha contra la inflación y la gestión del riesgo de fragmentación. Lo racional es que la situación le lleve a ir en contra de la sabiduría que prevalecía hasta hace poco en Fráncfort (el fin de la compra de activos, y una subida moderada y muy gradual de los tipos de interés). En este contexto, parecen más apropiados una subida rápida de los tipos hacia territorio positivo y la continuación del programa de compra de activos para contrarrestar el aumento de las primas de riesgo soberano. Así lo confirmó Christine Lagarde en la conferencia de prensa celebrada el 21 de julio.

Paradójicamente, este deterioro de las perspectivas macroeconómicas aún no se ha traducido en una rebaja de las expectativas de beneficios corporativos, que suelen tardar en ajustarse. Esta es otra de la larga lista de discrepancias en estos tiempos tan extraordinarios. Por el momento, los mensajes de los equipos directivos sobre la resistencia de los beneficios, tanto en la cartera de pedidos como en los márgenes de beneficio, siguen sorprendiendo por su optimismo, con un gran potencial para repercutir las subidas de costes en los precios. Esto es preocupante en dos aspectos. En primer lugar, confirma la formación de una espiral de precios (el poder de fijación de precios de las empresas fue una señal precisa de la inflación en 2021). En segundo lugar, el debilitamiento de la tendencia del crecimiento y la caída del poder adquisitivo repercutirán sin duda en los volúmenes de ventas, y los bienes de consumo y la distribución serán los más afectados.

Tras la conmoción del conflicto de Ucrania a finales de febrero, los mercados de renta variable han pasado de una corrección generada por la subida de los tipos a largo plazo a un ajuste de valoración (corrección de abril) por el temor a una recesión (corrección de junio), y la cuestión este verano es si los márgenes y los balances pasarán a encabezar la lista de preocupaciones. Esto no hace más que reforzar nuestra convicción desde mayo en los valores de gran calidad y en la vuelta a los valores tecnológicos rentables y a ciertos sectores Defensivos, después de haber priorizado las acciones Value desde principios de 2021. Las acciones con derecho a dividendo también siguen destacando, ya que los inversores buscan rendimientos superiores a la inflación.

 

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Monthly House View, 22/07/2022 - Extracto del Editorial

01 agosto 2022

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