Hanami

03 abril 2024

Monthly House View - Abril de 2024 - Descargar aqui

Por fin ha llegado la temporada de los cerezos en flor. Esta tradición japonesa, “Hanami” o “mirar las flores”, se remonta al periodo Nara, en el siglo VIII. Resulta sorprendente que los datos que se remontan al año 812 permitan medir el día del año en que la floración del cerezo alcanza su punto álgido. Aunque suele caer en abril, esta fecha llega antes cada año y ahora se acerca más al mes de marzo, otra consecuencia más del cambio climático.
Al igual que este momento álgido de la floración, la principal pregunta que se plantean clientes e inversores es si hemos alcanzado el punto álgido de los mercados de renta variable. El comportamiento ha vuelto a ser notable este año y, al igual que el Hanami —el momento de pararse a contemplar la naturaleza— ahora también es un buen momento para preguntarse si ha llegado la hora de tomarse un descanso.

¿ES TAMBIÉN EL PUNTO ÁLGIDO DE  LA FLORACIÓN DE LA RENTA VARIABLE?

Hace un año, el 85% de los economistas consultados en una encuesta realizada por el Financial Times preveían una recesión en EE. UU. para finales de 2023. Afortunadamente, se equivocaron. Mientras que el pasado mes de junio revisamos repetidamente al alza nuestras previsiones de PIB para 2023, con lo que abandonamos la idea de una recesión, recientemente hemos elevado nuestras previsiones de crecimiento para 2024 en casi un punto porcentual, hasta el 2,3%. En los últimos nueve meses hemos sido positivos respecto a los activos de riesgo y prudentes con los tipos de interés a largo plazo, pero hay que reconocer que el mercado se ha reajustado extensamente a su entorno macroeco-nómico, ahora más equilibrado. Como es natural, esto plantea la pregunta de si está todo ya integrado en los precios. “Las buenas noticias son buenas noticias” por el momento, pero ¿por cuánto tiempo?
A modo de aclaración, no pasamos a ser negativos, sino que mantenemos una postura positiva; nuestra hipótesis macroeconómica no ha variado. La economía estadounidense sigue resistiendo bien y también se observan los primeros signos de mejora en la zona euro, donde las encuestas PMI apuntan a una recuperación del ciclo manufacturero. La inflación prosigue su proceso de ajuste, pero en menor medida de lo previsto, ya que al mercado le ha costado un poco digerir las cifras de marzo en EE. UU. En consecuencia, el número de recortes de tipos previstos por los inversores para este año ha descendido de siete en EE. UU. y Europa a tan solo tres y cuatro, respectivamente, en el momento de escribir estas líneas. Sin embargo, la renta variable ha recibido poca atención por parte de los inversores y sigue estando bien situada para aprovechar las circunstancias, impulsada por los resultados positivos publicados por las empresas del sector tecnológico, en particular, y por el gran apetito de los inversores particulares, respaldados por una liquidez abundante. 

Merece la pena no perder de vista una serie de indicadores: la confianza es significativamente más optimista, pero sin euforia; el posicionamiento ha pasado a ser más alcista en algunos ámbitos, con posturas muy compradoras por parte de los agentes sistemáticos; las corrientes de capitales hacia la renta variable han sido sólidas desde el inicio del año, pero los que se dirigen a los fondos del mercado monetario son aún más importantes. Podríamos debatir durante horas sobre lo que define el límite entre el optimismo y la euforia; en cualquier caso, una gran parte ya está integrada en el mercado de renta variable, sobre todo, en EE. UU. 

NIVELES DE VOLATILIDAD INTERESANTES PARA LA RENTA VARIABLE

Los pesimistas señalarían la baja volatilidad récord de la renta variable como un signo importante de complacencia y una señal de alerta. Los activos de los fondos que venden opciones para aumentar sus ingresos por distribución se han disparado hasta superar los 60.000 millones de dólares en activos gestionados. Sin embargo, los fondos vendedores de volatilidad que implosionaron durante el pico de volatilidad de finales de 2017, se mantienen con activos muy débiles y, en consecuencia, en una situación muy diferente en la actualidad.
Los picos de la renta variable y los niveles extremadamente bajos de volatilidad pueden aprovecharse en beneficio de los inversores. Para aquellos que deseen reducir su exposición a la renta variable manteniendo la inversión, así como aquellos que deseen añadir renta variable sin verse sorprendidos por los picos alcanzados, nunca antes ha habido una ocasión más interesante para introducir los llamados “sustitutos de la renta variable”. 
Con tipos de interés elevados, es posible mantener un nivel mayor de exposición a los mercados de renta variable por medio de la adquisición de opciones de compra al alza, valoradas a niveles de coste muy bajos debido a la escasa volatilidad implícita. Esto nos permite adoptar un enfoque más matizado en la gestión de la exposición a la renta variable, con mayor flexibilidad en caso de caída del mercado. Como comentamos en nuestro editorial de febrero, con la cantidad de efectivo que sigue manteniéndose en segundo plano, habrá competencia para comprar cuando el mercado toque fondo. 
En esta edición, Nicolas Mougeot analiza la importante caída de los precios del gas en Europa, a una décima parte de su máximo alcanzado en 2022. El fuerte aumento de la oferta debería garantizar que los precios se mantengan bajos y, a su vez, actuar como factor de apoyo tanto para los consumidores europeos como para las empresas industriales. 

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Monthly House View, 22/03/2024 – Extracto del Editorial

03 abril 2024

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