Reinicio de sistema

28 octubre 2021

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¿Dónde está el error? Ante la ralentización del crecimiento en China, los inversores ya cuentan con el descenso de los tipos por parte del banco central. En EE. UU., la Fd se muestra muy prudente y retrasa la reducción de las compras de activos porque no se ha vuelto al pleno empleo. Mientras tanto, en Europa sigue hablándose de tipos negativos para siempre.

¿Estamos diagnosticando mal el aumento del riesgo de estanflación?

La historia económica reciente nos muestra que es bastante habitual intentar curar los males de una crisis con los remedios de la anterior. En los años 90, obsesionados por el fracaso de la recuperación de 1981 e impulsados por el objetivo de la moneda única, los distintos gobiernos franceses apoyaron una política de competitividad y un franco fuerte que llevó a tipos de interés reales del 6% y un desempleo industrial masivo. En 2011, más de lo mismo: una terapia de choque impuesta al sur de Europa con efectos recesivos de los que la industria de algunos estados miembros no se ha recuperado.

El fracaso de la recuperación de la zona euro en el último decenio ha llevado a la adopción, desde la COVID-19, de un consenso neokeynesiano para aumentar de forma masiva el gasto fiscal y la inversión pública. Esta tendencia tiene su eco en EE. UU., donde los sucesivos gobiernos han multiplicado los planes de estímulo fiscal para sustentar la economía, como los firmados por la Administración de Joe Biden en el pico de la pandemia. Por su parte, la dificultad recurrente de los bancos centrales para anclar las expectativas de inflación en los últimos años les ha llevado (quizás a destiempo) a cambiar sus objetivos de inflación.

Este consenso plantea interrogantes ante la realidad de las explicaciones de las dificultades actuales de la economía mundial, reflejadas en la crisis energética.

¿Y si volvemos a equivocarnos de diagnóstico y de remedio? ¿Y si no estuviéramos pasando simplemente de un déficit de demanda a una escasez de oferta, que la gestión «justo a tiempo», las interdependencias globales y la infrainversión no hacen sino que agravarlo?

En 2020, la evidencia de la recesión autoinfligida justificó que se apoyara tanto a los hogares como a las empresas para salir de la recesión lo antes posible y evitar quiebras masivas. Sin embargo, en 2021, las pruebas crecientes de un problema de suministro preponderante (que debería continuar más allá de 2021) no ha llevado a un cambio de sistema. Ante una crisis de oferta, el estímulo fiscal no es eficaz y genera el riesgo de sobrecalentamiento (bien identificado a principios de año por Larry Summers), y el mantenimiento de los tipos negativos fomenta un endeudamiento excesivo y un mayor riesgo para los mercados immobiliarios.

La cuestión más apremiante hoy en día es cuánto puede tardarse en reparar las cadenas de suministro y en rectificar la infrainversión en energía e infraestructuras. Esto implica un ajuste de precisión de la combinación de políticas, por ejemplo, facilitar la inversión empresarial al tiempo que pone freno al mercado inmobiliario, lo que significa que los bancos centrales deberían pasar de la flexibilización cuantitativa al pilotaje macro-prudencial.

Por último, la lectura del mercado laboral estadounidense muestra que la escasez de mano de obra cualificada es una de las explicaciones aducidas para la decepcionante creación de empleo. Si este es el caso, los tipos de interés cero ayudan poco: más bien se trata de animar a la gente a formarse y volver al mercado laboral, y a trabajar durante más tiempo. En suma, inversión y reformas más que estímulos fiscales y compras de activos.

No cabe duda de que las inversiones en energías renovables y tecnología digital son necesarias, pero también deben ir acompañadas de inversiones en robotización, que permitan acortar las cadenas de suministro y mejorar la flexibilidad de la producción. Indudablemente, también será necesario impulsar la inversión en energía nuclear, principal fuente no intermitente de energía descarbonizada. Este será uno de los temas clave en la coalición alemana y en las elecciones presidenciales francesas.

 

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Monthly House View, 26/10/2021 - Extracto del Editorial

28 octubre 2021

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